La viruela negra del año 1880-1881 en campo
Este capitulo me ha llevado tiempo y trabajo, tiempo porque cada vez que iba al archivo de la Diócesis de Barbastro, a buscar, ya fuera una dispensa papal, cartas o comunicados, partidas de bautismo o matrimonio etc., iba anotando todo lo concerniente a Campo, especialmente, y el trabajo a venido como consecuencia de tener que poner en orden las muchas notas acumuladas durante años, de las cuales me he nutrido para elaborar trabajos como éste, ya que de la transmisión oral es difícil de aunar datos, por referirse al siglo XIX, está creo bien documentado, gracias a la generosidad y paciencia del archivero de la diócesis D. José Lanao, que me dejó hurgar en ellos, pudiendo con esto principalmente, obtener una amplia información, con la que espero dar luz a la epidemia más feroz que el pueblo de Campo sufrió, entre los siglos XIX, y XX, llamada la viruela negra, una epidemia que como veremos, también afectó a las tradiciones y costumbres que hasta entonces y por medio de la Cofradía Virgen del Rosario, se difundían y conservaban de una manera rigurosa, bonita y continuada, cuidándolas y enriqueciéndolas en cada edición, mas tarde retomaremos el tema.
Para, empezar voy a dar la lista de fallecidos, a consecuencia de dicha epidemia, por supuesto que esta no será una crónica agradable, pero no deja de ser una parte importante en la historia de nuestro pueblo, después haré los comentarios que considero oportunos sobre la citada epidemia, procurando sintetizarlos para que el resultado del relato, no sea demasiado extenso.
1º, Joaquín Mur Gasquet, de casa Pena Belbedé, hijo de Melchor y María, estaba de permiso temporal por enfermo, venido de Filipinas donde cumplía su servicio militar, 12- 3- 80.
2º María Samblancat Costa, de 2 años, hija de Joaquín y María, 3- 4- 80.
3º Miguel González Inglés, casado con Manuela Galindo, hijo de Francisco y María naturales de Pozo Estrecho en la provincia de Cartagena a los 58 años, 6- 4- 80.
4º María Magdalena Ayats Abad, de tres meses, hija de Jaime Ayats y Serra, y Joaquina Abad, 7- 4- 80. (este Jaime será el primero de los tres maridos que tendrá Joaquina)
5º Mandé dar sepultura a un niño de casa Valero, falleció al poco de nacer, hijo de José Vidaller y María Ballarín, 8- 5- 80.
6º Josefa Lacambra Serena, de un año, hija de Vicente y Josefa, 19- 7- 80.
7º José Ballarin Castán de dos años, hijo de Antonio y Ramona, 28- 8- 80.
8º María Ballarin Lacoma de tres años, hija de Ramón Ballarín Solana y Rosa Lacoma Prujente, 6- 9- 80.
9º Josefa Ríu Ribed, de seis años, hija de José Ríu Aventín y Felisa Ribed Aventín, testigos Antonio Ríu y Tomás Pintor, 6- 9- 80.
10º Eugenio Ballarín Lacoma, de dos días, hijo de Ramón Ballarín Solana y Rosa Lacoma Prujente, 7- 9- 80.
11º Ramón Ariño Fortuño, viudo de Jacoba Mir de 78 años, estuvo casado tres veces la primera con Benita Castel en Espes la segunda con Maria Cereza de ésta parroquia tercera con Jacoba Mir en Laspuña, que murió en Belbedé, en casa Costa de donde eran dueños, 13- 9- 80.
12º Manuel Fillat Puyuelo, de un año, hijo de Pedro y Justa, testigos Emilio Blanch y Tomás Pintado, 13- 9- 80.
13º Josefa Sillés Aused, de 16 años, hija de José y Maria, 24- 9- 80.
14º Antonio Mur Canales, viudo de Joaquina Abad Sanmartín, hijo de Antonio y María Teresa, a los 72 años, los herederos de casa Monchías quedan obligados hacer los sufragios por su alma, testigos José Peiret y Pedro Lacorte, 28- 9- 80.
15º José Mur Ricarte de dos años, hijo de José y Victoria, testigos Tomas Pintado y Antonio Riu, 2- 10- 80.
16º José Pera Vidaller de cuatro años, hijo de Sebastián y Ramona, testigos Tomas Pintado y Emilio Blanch. Domingo Bertolin, 5- 10- 80.
17º José Pera Vidaller de 74 años, hijo de José y Teresa, viudo de Teresa Sanz, sus herederos de casa la Molinera, quedan obligados hacer los sufragios por su alma, testigos, Miguel Fillat y Pedro Lacorte, 6- 10- 80.
18º María Guerri Pons de 21 años, hija de José y María, 25- 10- 80.
19º Josefa Guerri Pons de 19 años, hija de José y Maria, 10- 11- 80.
20º Joaquín Español Palau, maestro de instrucción primaria, abuelo materno de Gaspar Torrente, a los 72 años, hijo de José y María de Fraga, casado en primeras nupcias con Doña Rosa Torrodellas de Tolva, abuela de Gaspar Torrente, y en segundas con Francisca Galindo Carrera de Campo, que le sobrevive con ocho hijos del mismo, tres varones y cinco hembras, funeral con cinco sacerdotes, testigos Joaquín Bertolin y José Lacorte, 15- 11- 80.
21º José Mora Orlac, natural de Benasque, hijo de Antonio y Joaquina, casado con Jacinta de Miguel, viuda de Ramón Pons, de la que hoy le viven tres hijos varones y una hembra, asistencia de la cofradía del Rosario, son testigos Miguel Fillat y José Lacorte, 13- 12- 80.
22º Pedro Costa Acín, de 79 años, viudo de Raimunda Abad, testigos Joaquín Canales y José Lacorte, 26- 12- 80.
23º Josefa Pallaruelo Llacera, hija de José y Concepción, testigos Emilio Blanch y Tomás pintado, 29- 12- 80.
24º Concepción Pallaruelo Llacera, de dos años de edad, hija de José y Concepción. Domingo Bertolín Calvera, testigos Jacinto Riu, y Emilio Blanch 15- 1- 81 (casa Llacera)
25º Pedro Costa Aventin, de 6 años hijo de José y María, testigos los mismos del anterior, 7- 1- 81, (casa Perico Aventin)
26º José Canales Ariño, de 16 años, hijo de José y Sebastiana, testigos Emilio y Tomás, 7- 1- 81 (casa Cucharero del Suelo la Calle)
27º José Mur Ricarte, de 5 años hijo de José y Josefa, testigos Jacinto Riu y José Lacorte, 11- 1- 81 (casa Galindro) Domingo Bertolin.
28º Antonio Mur Beguer de un año, hijo de Antonio y Josefa, testigos Jacinto Riu y José Lacorte, Domingo Bertolin, 19- 1- 81, (casa María Puyol)
29º Miguel Fillat Pons, párvulo no consta edad, hijo de Miguel y Joaquina, por imposibilidad moral del cura párroco, y su mandado cura de Viu, José Ubiergo, testigos Jacinto Riu y José Lacorte, 20- 1- 81.
30º Francisco Pera Vidaller, de 9 años, hijo de Sebastián y Ramona, José Ubiergo, cura de Viu (casa el Rubio) 23- 1- 81.
31º María Villegas, viuda de Miguel Abad, Ramón Solana, cura de Navarri 25- 1- 81.
32º Domingo Bertolin Calvera, cura párroco de Campo, que falleció a las tres de la mañana del día anterior, víctima en el cumplimiento de su sagrado deber en el ministerio, por el asiduo cuidado en la asistencia de los enfermos infectados de viruela, era hijo de Don Manuel Bertolin y Doña Felipa Calvera, vecinos de la villa de Benasque. Se le hicieron las honras fúnebres con asistencia de tres sacerdotes, por no poder asistir más. El día 30 de agosto se le hicieron honras. 27- 1- 81.
33º Joaquín Ariño Ferraz, párvulo, hijo de Ramón y de Josefa, Ramón Solana cura de Navarri, 29- 1- 81.
34º José Solana, esposo de Dolores Lacoma, Ramón Solana, 30- 1- 81.
35º Josefa Dueso Senz, hija de Joaquín y Maria de Las Colladas, Ramón Solana, 31- 1- 81.
36º Ángel Pera Vidaller, párvulo hijo de Sebastián y Ramona, Ramón Solana, 2- 2- 81.
37 Manuela Costa Zazurca, párvula hija de Vicente y Manuela, Ramón Solana, 3- 2- 81.
38º Ramón Ariño Ferraz, párvulo hijo de Ramón y Josefa, 3- 2- 81.
39º Manuel Canales Peiret, párvulo hijo de José y Antonia, Ramón Solana, 6- 2- 81.
40º Manuel Pera Vidaller, párvulo hijo de Sebastián y Ramona 8- 2- 81.
41º Dolores Pera Vidaller, púber, “” “” “” 8- 2- 81.
42º Florencio Pera Vidaller, párvulo “” “” “” 9- 2- 81.
43º Antonio Pera Vidaller, párvulo “” “” “” 11- 2- 81.
44º Antonio Mur Ricarte, párvulo hijo de Antonio y Francisca, Ramón Solana. 12- 2- 81
45º Dolores Abad Montoliu, párvula hija de Ramón y Mariana. 18- 2- 81.
46º María Asunción Víu Peiret, hija de Francisco y María Asunción, Ignacio Laborda nuevo Regente de Campo.25- 2- 81.
47º María Larramona Palacin, de 26 años, hija del difunto Mariano y Teresa de Santa Maura, Ignacio Laborda.27- 2- 81.
48º Miguel Sese Beguer, de 5 años, hijo de Miguel y Josefa 25- 2- 81. Ignacio Laborda.
49º Joaquina Serena Riu, de 15 años, hija de Joaquín y Antonia 2- 3- 81 “”
50º Ramón Sese Beguer, de 20 años, hijo de Miguel y Tomasa 4- 3- 81
51º Manuela Riu Salinas, de 8 años, hija de Manuel y Josefa 11- 3- 81.
52º Joaquín Guerri Pons, de 8 años, hijo de Joaquín y Josefa 14- 3- 81.
53º Leonor Canales Ballarín, de 18 años hija de Manuel y Ramona, 14- 3- 81, Ignacio Laborda.
54º Francisco Pons Vidaller, de 35 días, hijo de Francisco y Josefa, 19- 3- 81.
55º Joaquín Caveret, casado con Joaquina Beguer, 20- 3- 81.
56º Antonio Sillés Ballarín, de 14 años hijo de Joaquín y Maria, 21- 3- 81.
57º José Sesé Beguer, de 2 años hijo de Miguel y Josefa, 24- 3- 81.
58º Manuela Lacoma Vidaller, de 62 años hija de Francisco y Serafina, 24- 3- 81.
59º Victoriana Peiret Solana, de 33 años hija de Lorenzo y Patricia, 3- 4- 81.
60º Manuela Fumat Peiret, de 6 años hija de Vicente y Victoriana, 3- 4- 81.
61º Dolores Silles Auset, de 17 años hija de José y María, 6- 4- 81.
62º Antonia Canales Canales, de 15 años hija de Joaquín y Josefa, 6- 4- 81.
63º Manuela Beguer Ribed, de 10 años hija de Ramón y Manuela, 10- 4- 81.
64º Micaela Sillés Canales, de 7 años hija de José y María, 10- 4- 81.
65º María Sillés Canales, de 10 meses “ “ “ , 13- 4- 81.
66º Alfonso Mur Güerri, de 5 años hijo de José y Josefa, 14- 4- 81.
67º María Mur Ariño, de 15 años hija de Antonio y Victoriana (Belbedé), 15- 4- 81.
68º Pascuala Sillés Canales, de 4 años hija de José y María, 16- 4- 81.
69º Joaquina Nerin Ribed, de 6 meses, hija de Joaquín y Elena, 18- 4- 81.
70º Joaquín Beguer Ribed, de 7 años hijo de Ramón y Manuela, 19- 4- 81.
71º Manuel Beguer Ribed, de 6 años “ “ “ , 19- 4- 81.
72º Antonia Beguer Ribed, de 8 años “ “ “ , 21- 4- 81
73º María Salinas Sanblancat, de 16 años hija de Manuel y María, 23- 4- 81
74º Joaquina Cereza Mur, de 6 años hija de José y Joaquina, 24- 4- 81.
75º Joaquina Mairal Aventin, de 9 años hija de Elías y Joaquina. 26- 4- 81.
76º María Puertas Zazurca, de 2 años y tres meses, hija de Francisco y María. 28- 4- 81.
77º Miguel Lacorte Vidaller, de 19 años hijo de Pedro y Martina. 29- 4- 81.
78º José Cereza Mur, de dos años hijo de José y Joaquina. 29- 4- 81.
79º Dolores Nerin Ribed, de tres años hija de Joaquín y Elena. 7- 5- 81.
80º Manuel Auset Peiret, de 5 años hijo de Joaquín y Josefa. 11- 5- 81.
81º Bonifacia, falleció a las 24 horas de nacer, hija de padres incógnitos. 16- 5- 81.
82º Pilar Sanz Gabás, de 22 años hija de Ángel y Antonia. 17- 5- 81.
83º Francisco Pera, de Navarri, adulto. 18- 5- 81.
84º Juan Ferraz Canales, de 14 años hijo de Juan y Joaquina. 19- 5- 81.
85º José Auset Güerri, de 19 años hijo de Joaquín y Joaquina. 19- 5- 81.
86º María Peiret Llacera, de 5 años hija de José y Concepción. 22- 5- 81.
87º José Ballarín Fuster, de 30 meses hijo de Juan y María. 24- 5- 81.
88º Victorián Ballarin Castán, de 6 años hijo de Antonio y Ramona. 25- 5- 81.
89º Francisco Ferraz Costa, de 5 años hijo de Francisco y Antonia. 26- 5- 81.
90º Jaime Ayats, de 35 años. 26- 5- 81.
91º Ramona Ballarin Castán, de 8 años hija de Antonio y Ramona. 27- 5- 81.
92º Felipe Mora de Miguel, de 19 años hijo de José y Jacinta. 28- 5- 81.
93º Manuel Ariño Campo, de 5 años hijo de Antonio y Raimunda. 2- 6- 81.
94º Joaquín Ballarin Castán, de 11 meses hijo de Antonio y Ramona. 6- 6- 81.
95º Joaquín Canales Ricarte, de 24 años hijo de Joaquín y Manuela. 7- 6- 81.
96º Jacinta de Miguel, de 54 años (José Meler) 9- 6- 81.
97º Ramona Ballarín Lacoma, de 15 años hija de Ramón y Rosa. 10- 6- 81.
98º León Blanch Galindo, de 8 meses hijo de Juan y Joaquina. 10- 6- 81.
99º Joaquina Abad Auset, de 19 años hija de Antonio y Joaquina. 12- 6- 81.
100º Teresa Abad Montolíu, de 5 años hija de Ramón y Mariana. 13- 6- 81.
101º Manuel Costa Zazurca, de 20 meses hijo de Vicente y Manuela. 16- 6- 81.
102º Antonio Ballarin Abad, de 9 años hijo de Lorenzo y Joaquina. 18- 6- 81.
103º Joaquina Ferraz Canales, de 10 años hija de Juan y Joaquina. 25- 6- 81.
104º José Mur Peiret, de 3 años hijo de José y Manuela. 2- 7- 81.
105º Carolina Blanch, de 4 años hija de Pedro y Rosa (Ignacio Laborda). 9- 7- 81.
106º José Canales Peiret, de 22 meses hijo de Mariano y María. 12- 7- 81.
107º María Peiret Ballarin, de 18 meses hija de Joaquín y Antonia. 12- 7- 81.
108º Francisco Castán Ballarin, de 2 años hijo de Joaquín y Luisa. 15- 7- 81.
109º Ramona Lacoma Peiret, de 16 años hija de Francisco y Ramona. 15- 7- 81.
110º José Riu Ribed, de 17 años hijo de José y Felisa. 17- 7- 81. Ignacio Laborda.
111º Vicente Solana Vilas, de 5 años hijo de Francisco y Dolores. 17- 7- 81.
112º Dolores Pallaruelo Galindo, de 17 años hija de José y Josefa. 22- 7- 81.
113º Domingo Mur Ricarte, de 8 meses hijo de José y Víctoria. 26- 7- 81.
114º José Solana Lacota, de 3 años hijo de José y Dolores. 27- 7- 81.
115º Un niño hijo de José Güerri y Raimunda Perillón. 31- 7- 81.
116º Juan Bertolin Bistue, párvulo hijo de Joaquín y María.5- 8- 81.
117º María Costa Puy, de 22 meses hija de Antonio y María. 9- 8- 81.
118º Justo Gil Andreu, hijo del guardia civil Isidoro y Odulia de Velilla de San Esteban (Soria). 19- 8- 81.
119º Josefa Mur, de 22 días hija de José y Josefa. 25- 8- 81.
120º Manuel Riu Salinas, de 15 meses hijo de Manuel y Josefa. 28- 8- 81.
121º Teresa Fillat Pons, párvula hija de Miguel y Joaquina. 11- 9- 81.
122º Francisco Peiret Llacera, de 3 años hijo de José y Carmen. 12- 9- 81.
123º Lorenzo Peiret Latorre, adulto. Ramón Solana (Prior) 20- 9- 81.
124º Joaquín Sanz, de 70 años. 22- 9- 81.
125º Joaquín Mur Mur, de 2 años hijo de Ramón y Joaquina. 3- 9- 81.
126º María de la Concepción Sese, de 21 días hija de Miguel Sese (cucharero) y Josefa Ribas natural de Laspuña. 31- 10- 81.
127º Antonio Vidaller Peiret, de 3 meses hijo de Antonio (arriero) y Joaquina. 22- 11- 81.
128º Antonia Riba, de la Puebla Roda, testigos Antonio y Jacinto Riu (tejedores). 30- 12- 81.
129º José Ballarin Guillén, de 37 años hijo de Pedro y Bárbara, testigos Pedro Lacorte y José Lacorte (sastres). 11- 1- 82. Ramón Solana Prior de Campo.
Como se puede ver una larga lista de víctimas, que dejó el pueblo de Campo mermado de jóvenes y párvulos como se denominaban los niños de menos de 6 o 7 años, y que seria la epidemia más recordada por sus graves consecuencias durante muchos años.
Es curioso que la viruela solo afectara al pueblo de Campo, digo esto conociendo los partes de defunción en esos años, de los pueblos cercanos, como Morillo, Navarri, Las Colladas, Foradada, Senz, Viu, Aguascaldas, Biescas, Santamuera, Llert, Esterún, o Espluga, donde no se conoce hubiera ningún caso de muerte por la citada enfermedad, cosa que no parece muy normal, dada la facilidad con que se transmitía.
Su origen, sospecho que tuvo relación con las posesiones españolas en las islas de Filipinas y Cuba, dado que el primer infectado y también la primera victima, es un soldado de casa Pena Belbedé, que viene de Filipinas donde estaba cumpliendo el servicio militar, lo mandan para casa por estar enfermo, enfermedad que con seguridad sería la viruela, paso a transcribir al completo su partida de defunción, que dice así:
En el día doce de Marzo de mil ochocientos ochenta falleció en Belvedé, a las ocho de la mañana, Joaquín Mur Gasquet soltero de veinte y un años cumplidos, natural de aquellas casas pertenecientes a esta parroquia, hijo legítimo de Melchor Mur y María Gasquet, cónyuges naturales y vecinos de esta Villa, el cuál estaba en su casa con licencia temporal por enfermo. Recibió los santos sacramentos de Penitencia, Viático y Extremaunción, en su última enfermedad. Y yo el infra escrito cura párroco de Santa María de la presente Villa, previa la papeleta del Juez Municipal, mandé dar sepultura eclesiástica a su cadáver en el cementerio contiguo a la Iglesia parroquial, con asistencia de la cofradía y dicha la santa Misa, hoy día trece de Marzo de mil ochocientos ochenta. De que doy fe.
Domingo Bertolín y Calvera Cura
Al margen dice: día 12 de Febrero de 1882 se le hicieron honras con tres sacerdotes.
Esta epidemia, además de dejar una larga lista de victimas, influyó negativamente en la buena armonía que hasta entonces había en la Cofradía Virgen del Rosario, hasta tal punto que un año después de la epidemia se disolvió. Esta disolución, tuvo su origen en lo que voy a comentar.
En los estatutos de la Cofradía, como es natural, estaban redactadas las normas por las que se debían regir los cofrades, una de ellas era la obligada asistencia de estos a los sepelios, donde entre otras obligaciones, estaba la de villar los difuntos, amortajarlos, llevarlos a la iglesia y al cementerio, cavar y cerrar las fosas, y cualquier tarea derivada del funeral, la no asistencia de un cofrade se penaba con cinco reales de multa, de no haber una justificada causa que hiciera imposible su presencia. .
Esta cercanía con los cadáveres, comportaba un alto riesgo de contagio, para todos los miembros del citado colectivo, la mencionada multa, que ahora nos puede parecer irrisoria, para entonces era dinero, y dada la frecuencia y cantidad de muertes habidas, era impensable tener tanta liquidez, aún menos en la mayoría de familias humildes que en aquellos años había en Campo, este peligro de contagio llevó, a que los cofrades pertenecientes a familias de reconocida solvencia económica, evitaran ir a los funerales pagando la cota establecida de cinco reales, bueno lo de pagando, no lo he dicho bien, ya que empleaban el recurrido “apúntame”, estos apuntes es evidente que fueron muchos.
Este aplazamiento en el pago de las sanciones, fue la causa que llevó a la disolución de la Cofradía, ya que una vez pasada la epidemia, hubo una negación por parte de los apuntados, para saldar la deuda, esto como es natural no lo aceptaron los que con riesgo de sus vidas, cumplieron con el deber de buen cofrade, por lo que se disolvió la Cofradía Virgen del Rosario, poco tiempo después de la epidemia.
La disolución, fue nefasta no sólo por lo concerniente a la Cofradía, también se descuidó con ello, muchas de las tradiciones y costumbres, que desde este colectivo, y aprovechando las frecuentes reuniones de los cofrades, las conservaban y cuidaban de manera especial y continuada. Por poner algún ejemplo, eran los encargados de hacer los textos, para las pastoradas, preparaban las enramadas, damas y caballeros, carnaval o jueves lardero etc., como también procesiones y dances en honor a la virgen, ofertorios donde la chinchana adquiría el sentido y belleza de su origen, y varias cosas mas que si no han llegado hasta nuestros días, sinceramente creo tiene que ver mucho con este triste episodio de la viruela negra.
Paso a describir la carta dirigida al Obispo de Barbastro, en la cual se hace mención a la citada epidemia, aunque no es el motivo principal de la misma, dice así:
Pongo en su Superior conocimiento de Vuestra Excelencia, como que a su debido tiempo recibí su muy atento oficio del 5 de enero actual, el cual después de enterado lo he hecho extensivo al Sr. Alcalde y demás de la Corporación, y enterados éstos, y parte de los mayores contribuyentes, han manifestado que hoy no pueden ni les es posible el señalar retribución alguna por la celebración de la misa que se ha venido celebrando desde la acordanza de los más antiguos de esta villa; atropellada en grande escala de los muchos pagos que pesan sobre ella, y al mismo tiempo el hallarse aún las llagas abiertas del azote que nos mandó la Divina Providencia que fue, el de la enfermedad variolosa. Por tal motivo sino es que ha Vuestra Excelencia, de la que el Todo Poderoso su magnánimo corazón de comparecerse de los cristianos afligidos de esta villa, para concederles la gracia que llevan pedida se verán privados de poder llenar el vacío mas grande que existe en el corazón de los que ruegan a Dios guarde su vida muchos años. Campo 20 de Enero 1883.
El Juez Municipal
José Blanch y Serra.
Miguel Sese, Alcalde, Miguel Fillat, Secretario, Manuel Blanch, Pedro Blanch, Miguel Blanch, Miguel Altemir, Francisco Lacoma, Mariano Canales, José Mur, José Luengo, Fiscal Municipal, Atanasio Nestares y Francisco Mur,
Estos son todos los firmantes de la carta, los mismos que con fecha anterior mandan el siguiente comunicado que dará origen a la contestación citada, dice así:
Don José Blanch y Serra: Juez municipal de la presente villa de Campo y en unión de los abajo firmados labradores, hacendados de la misma, ante el M. Y. S. Gobernador Eclesiástico de la Diócesis de Barbastro, con la mas profunda sumisión y respeto tienen el honor de hacer presente.
Que, a consecuencia de no celebrarse en esta Villa hace algún tiempo los días festivos, mas que una sola misa por habérsele terminado la facultad, que tenía el venerable sacerdote de esta localidad, se ven obligados en contra de su voluntad a tener que dejar de oír este Santo Precepto, por lo que se suceden meses enteros en que los criados, sirvientas y hasta muchas veces la misma familia no puedan acudir a tan religioso acto.
En esta atención suplicamos de la digna autoridad del M. Y. S. Gobernador Eclesiástico de la Diócesis, facultad para que puedan celebrarse dos misas, como no ha mucho se venia practicando, y de esta manera impedir que los afligidos corazones que por esta causa se hallan sedientos de misericordia Divina dejen de escuchar los sabios consejos, y sana Doctrina que en tan solemne acto se explica.
Es gracia que no dudan merecer de la digna y venerable autoridad de V. S. Y., de lo que quedaran eternamente agradecidos y rogarán al Cielo, guarde su vida muchos años para honra y gloria de Dios y felicidad y consuelo de sus fieles feligreses.
Campo 1º de Enero de 1883.
José Blanch y Serra, Juez Municipal, que firma este comunicado, junto a los arriba indicados.
Según se lee en la primera carta, no se debió conceder la segunda misa solicitada, o el precio por ella seria demasiado oneroso, de ahí que se haga referencia a la enfermedad variolosa, para haber si con ello se les concedía la misa solicitada, que por otra parte y considerando que la iglesia tenía capacidad para toda la feligresía, se percibe en dicha solicitud, un claro proceder en la distinción de clases.
Esta enfermedad tan brutalmente sufrida en Campo, se consideró un castigo Divino, por coincidir con el cambio de la patrona de la iglesia que en el año 1880, pasa de llamarse de Santa María, a Nuestra Señora de la Asunción, coincidiendo además la muerte del párroco Don Domingo Bertolín Calvera, víctima Nº 32, que es el primero que debe inscribir la parroquia con el nuevo nombre, cosa que no hace, como tampoco los curas de Viu, Navarri, Murillo o Las Colladas que le sustituyen durante su enfermedad, varias sustituciones para tan corto plazo de tiempo, que transcurre desde fin de enero hasta final del mes siguiente, tiene que ser el nuevo regente Ignacio Laborda, quien en su primera inscripción la nombra como de la Virgen de la Asunción, el 25 de febrero de 1881, en la partida de defunción de María de la Asunción Viu Peiret.
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Si repasamos el parte de defunción de D. Domingo Bertolín Calvera, vemos como ponen como causa de su muerte; victima en el cumplimiento de su sagrado deber en el ministerio, por el asiduo cuidado en la asistencia de los enfermos infectados de viruela. Dicho cura era de Benasque, hermano de Joaquín Bertolín, de oficio zucrero, así llamados entonces los pasteleros, que dará nombre a la casa, (aún hoy conocida como casa Bertolín) que bajó de Benasque para casarse con la viuda de Juan Girau, sillero venido de Francia, junto con el primer Samblancat que era albañil y también francés, fundador de casa Ancheleta.
Volviendo a la lista de víctimas, se aprecia que la mayoría de ellas son jóvenes y recién nacidos o de pocos meses, por lo que seria fácil su contagio, ya que hay hermandades de dos, tres, cuatro y hasta cinco víctimas en ellas, además que 129 víctimas en un pueblo de unos 700 habitantes, es un 18% de la población, y siendo la mayoría joven, el porcentaje en referencia a éstos pasó del 40%.
Lo que ha llegado hasta hoy, por vía de transmisión oral sobre esta etapa tan funesta de la historia de Campo, es muy poco y con comentarios que no se ajustan a lo que fue en realidad, como ejemplo los mas viejos del lugar, decían haber oído comentar a sus padres o abuelos, que una vez muerto el cura D. Domingo, hubo problemas para dar cristiana sepultura a los difuntos, por negarse a venir los curas de los pueblos vecinos, sin embargo en las partidas de defunción, posteriores a su muerte no se denota ningún dato que de credibilidad a dicho comentario, si que es verdad que en tan solo un mes, hasta que llega el titular de la parroquia de Campo Ignacio Laborda, pasan a inscribir las defunciones cuatro curas distintos, pertenecientes a las parroquias vecinas, y también decir, que en el entierro de D. Domingo solo asistieron tres sacerdotes, (seguramente debido a la epidemia) un año después cuando le hacen el añal con misa funeral asisten catorce sacerdotes.
Vale la pena, releer las cartas dirigidas al Obispado, en ellas se percibe uno de varias cosas las cuales dicen mucho sobre la forma de vida de aquellos años en nuestro pueblo, así como el notable cambio en el sentir religioso, se nota también la sumisión de las familias humildes, hacia las siete u ocho casas con mas patrimonio, aunque habría que hacer excepción con la familia Blanch, que en no mas de 20 años introducen los oficios como medio de vida, llegando como vemos en las referidas cartas, a ocupar nada menos que cuatro cargos en el concejo municipal, y según se ve en las firmas gente bien instruida, además de lucir en los comunicados, una exquisita redacción un tanto como diríamos hoy “rococó”, pero que denota además de lo dicho, el respeto hacia las autoridades eclesiásticas, así como la voluntad de aquellos feligreses en cumplir como buenos cristianos, mucho han cambiado las cosas hasta el día de hoy, en todo, pero en referencia a la fe cristiana pienso que mucho mas, sobre los mencionados Blanch y su recalar en Campo, así como su rápido posicionamiento en el concejo, daré cumplida explicación en otro trabajo, ahora solo decir que la mina del Turbón esta estrechamente ligada con el tema de dicho asentamiento y posición de la hermandad Blanch.
Se podría ampliar este tema mucho más, pero creo se haría demasiado largo, he intentado sintetizarlo aunque no sin dejar constancia, de las negativas consecuencias que esta epidemia supuso para el pueblo de Campo.
Cosme Castán