EL IDEAL DE ARAGÓN
PERIÓDICO REGIONALISTA AGRARIO
Este periódico nace en Graus, creado por Gaspar Torrente, y en su primer número con fecha de 29 de Junio de 1930, hay una columna de nuestro ilustre paisano, que como director escribe este artículo en primera página, la que transcribo. Dice así:
UMBRAL
Más que una necesidad, es un deber de ciudadanía el que nos obliga a salir y a lanzarnos a la lucha espiritual de Aragón; de este Aragón decaído y demolido por la malversación que de él han hecho nuestro representantes en Cortes. Jamás les hemos visto actuar en aragonés, su acción directa, no ha sido otra que servir leal descaradamente a su jefe político. Para nuestros representantes, no ha habido nunca problema y necesidad aragonesa; no han tenido trayectoria de ideas; jamás les hemos visto adheridos a aquellos movimientos de carácter autónomo, de reivindicación nacional, que tan bien han sabido crear otros pueblos hermanos, único camino para llegar a la meta de sus aspiraciones, única forma en que los pueblos podrán engrandecerse y desarrollar sus actividades sociales económicas a que aspiran conquistar.
Aragón, podemos decirlo en alta voz, jamás ha podido contar con sus representantes en Cortes, en primer lugar, porque ellos no han sido elegidos por el pueblo ni por sufragio, sino por la voluntad de los caciques comerciales y por la etiqueta del encasillado.
La investidura parlamentaria de nuestros representantes, solamente se ha destacado o se ha manifestado de una manera clara ante aquellos problemas que ha afectado al logro personal, no al pueblo que hubieran podido representar.
Por un lado, démosles la razón, el hombre que compra su acta, no tiene obligación de recordarse de sus electores, y el elector que vende su conciencia por un plato de sopa, tampoco puede alardear de parlamentarismo, ni puede disponer de su representante, porque este no existe; carece uno y otro. Aragón, pues, hasta la hora presente, se ha hallado huérfano de representación ante los problemas agudos que se han ventilado dentro de la vida española. He aquí nuestro trabajo preeminente para lo futuro.
Seis años de una Dictadura más que fuerte, (para Aragón) benigna, ha servido, empero, para despertar a nuestro pueblo, que ya carecía de pecho respiratorio; ni tenía noción de si mismo, y parece ser que no está dispuesto a entregarse de nuevo en cuerpo y alma a la usura caciquil, y se presta a entablar batalla al enemigo, llevando como bandera de combate, de redención, el Regionalismo, que en su espíritu, su alma, su personalidad, y el agrarismo que es su trabajo, su riqueza, su fatiga, su vida y la existencia del hogar paterno; es la laboriosidad de Aragón, su fe.
A todo esto venimos, a hermanar, a unir el espíritu y el trabajo de los hijos de Aragón, en bloque común.
Gaspar Torrente